Tomate relleno de espinacas al ajillo y gratinado con queso de Arzúa

Vamos a poner una receta un poco sana, porque con tanta tarta, tanto cup cake, y tantas galletas, vamos a acabar que no se, no se... buffff Los remordimientos de conciencia me llevan a comer estas cositas sanas, pero es que además están requete buenas!!!!.
Antes de poner la receta, quiero deciros, que sigo con mi espalda a vueltas, que os visito aunque no al mismo ritmo de antes, no puedo estar mucho delante del ordenador, porque además ahora resulta que se me duermen las manos... así que, bueno mejor no hablar más del tema, lo dejamos así. Pero bueno, desde el móvil es imposible escribir comentarios en los blogs, entre la palabra de verificacion y lo que tardan en cargar las fotos es misión imposible...pero bueno que sepáis que sigo leyéndolos, y sigo tratando de comentaros en la medida de lo posible, yo se que me lo vais a perdonar a que si? :-)

Ingredientes:

Normalmente esta receta la hago con espinacas frescas, pero el otro día tenia un paquete de estas congeladas al ajillo, así que...

-1 Paquete de espinacas al ajillo congeladas.

-2 tomates, uno por persona.

-Especias Italianas, yo utilizó unas de la marca toque, son un poco caras, pero se muelen en el momento y tienen mucho aroma.

-Una gota de aceite de oliva.

-Un trozo de queso de Arzúa.

-Sal y pimienta.

Lo primero que hacemos, es cortar la tapa del tomate, donde llevan la flor, o la hoja, como le querías llamar. Lo lavamos, y lo vaciamos, y para vaciarlo utilicé un aparatito que tengo para hacer bolitas en el melón y en las sandías, que al final es super versátil y lo uso para un montón de cosas.

Encendemos el horno a 180ºc. Salpimentamos el tomate por dentro, y lo metemos al horno sobre un papel vegetal.

En una sartén salteamos las espinacas, con una gota de aceite de oliva, les añadimos un poquito de sal. Cuando empiecen a estar, les agregamos el relleno del tomate que habremos reservado con anterioridad, y seguimos haciendo hasta que los dos ingredientes se liguen bien.

Sacamos el tomate del horno, y lo rellenamos con espinacas, cortamos un trocito de queso de arzúa y se lo ponemos encima. Metemos al horno de nuevo y gratinamos unos minutos.

En un plato, servimos el tomate, sobre una cama de espinacas para que no se mueva, y sea cómodo a la hora de comer. Empezará a soltar la salsa propia de las espinacas, la que aprovecharemos para la presentación del plato.

En este caso, adorné con balsámico de frambuesa, pero lo podéis hacer con cualquier cosa que os guste, la verdad acepta casi todo.

Bueno, pues espero que os haya gustado la propuesta sana de la semana!!! Un besazo a todas!!! Muaccckkk :-)