Tarta para mamá!! Con la confianza de Azucarera!

Como ya sabéis, el Domingo fue el día de la madre, y yo estuve estrujándome el cerebro hasta el viernes pensando en que comprarle, al final pensé que el regalo más bonito era el tiempo, pasar un buen rato con ella, y llevarle una tarta de cosecha propia, para que viera lo que gracias a ella soy capaz de hacer.
Mi madre, me enseñó desde muy pequeñita a cocinar. No recuerdo los años que tenía cuando hice mi primer bizcocho pero os aseguro que muy pocos. Tengo muy buenos recuerdos con ella en la cocina, haciendo empanadas, pan, guisos, albóndigas, croquetas... mil cosas. Así que a día de hoy, todo lo que se, es en parte gracias a ella por haberme trasmitido el mejor consejo de cocina que se puede dar. Ella siempre me dijo que el truco de todas las recetas es añadirles amor.

Cuando cumplí once años llegó mi prueba de fuego!!! A mi madre la atropelló una moto, y estuvo todo el verano en el hospital, y el resto del año haciendo rehabilitación que pensaban que se quedaba en una silla de ruedas, aunque afortunadamente luego no fue así. Mientras ella estuvo ingresada, mi padre se encargaba de nosotras, pero el pobre sabia hacer patas fritas con huevos fritos, patatas cocidas con huevos cocidos, la combinación de ambas cosas y poco más... Mi abuela tuvo a mi padre siendo bastante mayor, y detrás de él le vino una hija, así que educó a la hija a hacer las cosas de casa, y a mi padre a hacer las cosas de hombres!! Cuando mi madre estaba en el hospital, con mis once frescos años me encargué de la casa, y de mi hermana para que mi padre pudiera cuidar a mi madre. Toda una aventura!!!.

Lo cierto es que mi madre se siente muy orgullosa de eso, y aunque a veces se queje, y diga la típica frase "Cría cuervos que te sacarán los ojos" o "El día que yo os falte vais a saber lo que vale un peine" y cosas por el estilo, yo se que ella se siente feliz con lo que ha conseguido modelar a lo largo de su vida.

Nuestra vida no fue todo lo fácil que debería, y cuando mi madre se repuso de aquel accidente, mi padre tuvo otro con el coche, cuando este se recuperó, mi abuelo cayó enfermo, y cuando mi abuelo levantó cabeza, se enfermó mi padre, con una enfermedad que duró varios años y que cuando se empezaba a recuperar le apareció un tumor cerebral que fue el que se lo llevó al cielo, desde donde me mira todos los días a través de su ventana.

Os podéis imaginar lo que pasó mi madre en aquel entonces, con dos niñas, una de 17 y otra de 19, y teniendo que acostumbrarse a su nueva vida sola. Un caos!!! Pero las desgracias nunca vienen solas, y mi abuela paterna decidió que sin su hijo ella no quería vivir más, que quería irse con él al cielo!! Y se dejó ir, y en cosa de unos meses también nos estábamos despidiendo de ella. Mi madre decía que la Meiga ya nos podía dejar en paz, porque llevábamos unos años que tela marinera!! Pero que va!!! Al verano siguiente murió mi otra abuela, osea la madre de mi madre, y al año siguiente el padre de mi madre...Con esto, creo que hemos pagado por un tiempo no?, Bah! Eso no va así, eso te toca y te jorobas!!!

Veinte años estuvo casada con mi padre, veinte años en los que cuidaron de los padres de ambos, con visitas semanales a un lado y diarias a otro. Años en los que tuvieron, criaron y educaron a dos hijas, y trabajaban muy duro para darnos todo lo que podían. Años en los que tuvieron que hacer frente a muchas cosas, a muchas enfermedades y contratiempos, y años en los que dedicaron sus vidas a todo el mundo, menos a ellos. Mis padres no tuvieron tiempo de unas vacaciones juntos, o de una luna de miel. Mi padre se murió con 40 años sin saber que era irse de viaje con sus hijas, o con su mujer. Mis padres no vivieron demasiado pensando en ellos, le dieron todo a los demás...

El día de la madre, de hace once años, después de que mi padre nos dejara, le pagué con mi primer sueldo un viaje a mi madre. Le di el billete, y le pedí que dejara el luto en casa y tratara de disfrutarlo. Creo que fue el mejor regalo de su vida, porque conseguí sacarle una pequeña sonrisa!!.

El Domingo, la visité con un detallito, y le llevé mi tarta especial para Mamá!, la adorné con un beso, y le puse sirope de abrazo, y no veáis lo que le gustó!! Se tomó no un trozo, si no dos!!!

Para el Bizcocho:

-4 Huevos.

-225grm de Mantequilla.

-225grm de azúcar Azucarera.

-225grm de harina tamizada.

-1 cucharada de levadura.

-1 Cucharada de esencia de vainilla.

Preparación:

-Precalentar el horno a 180º. Poner todos los ingredientes en un recipiente y batir durante un minuto, hasta que la mezcla esté bien cremosa y homogenea.

Echar en un molde engrasado, alisar la masa y cocer unos 25m dependiendo del horno. Pasado ese tiempo comprobamos que el bizcocho esté echo pinchándolo con un tenedor.

Sacar del horno y dejar enfriar.

Para el relleno:

-Nubes de azúcar (unas pocas, a ojo)

-Chocolate con leche.

-Azúcar glass Azucarera.

Derretir el chocolate, y verter encima las nubes y el azúcar. Remover para que se mezclen bien y las nubes se derritan haciendo una masa espesita. Con esta mezcla rellené el bizcocho y unté los laterales y la parte de arriba para decorarlo con el Fondant.

Para la cobertura: Fondant de colores y paciencia para ir mejorando con este tema poco a poco. Jejeje.

Que os parece mi tartita? Os gusta?