Hoy mi "secre" más conocida como
ENTRADA PROGRAMADA os va a dejar una recetilla que preparé hace ya unas cuántas semanas, y que guardé en el borrador para dejarla preparada para mi ausencia durante las vacaciones.
Cada día que pasa me siento más exclava de mi cocina, no me obliga nadie, pero siento necesidad de estar dentro, de hacer cosas, ya sean dulces o saladas.
Encuentro mi remanso de tranquilidad metida en mi cocina, a pesar de los nervios que puede suponer estar preparando algo que más elaborado.
Es como ir al psicólogo, no es que yo le hable a mis alimentos, pero ... desconecto cuando me meto en la cocina, con mi portátil, escuchando música y cantando como si de una diva se tratase.
Las estanterías del mueble de mi salón rebosan sabiduría culinaria. Varias enciclopedias de distintas temáticas, varios libros de Karlos Arguiñano, también de Jamie Oliver, algún libro de cocina minimalista, otro de Julius (a pesar de la poca gracia que me hace el chico), pero fue un regalo, un libro que tiene casi los mismos años que yo, heredado de mi mami, y uno que me regaló mi marido (por aquellos entonces novio) un libro completísimo de todo tipo de comidas, dividido en varias secciones, carnes, pescados, verduras, frutas, cócteles .... vamos de todo tipo.
De este último libro os traigo hoy esta receta
La receta de hoy es un primor, tiene un sabor extraordinario, explosivo, y le da al pollo (el cuál por si sólo me resulta insípido) un toque espectacular.
INGREDIENTES
2 cucharadas soperas de mantequilla
Cebollino
1 cuchara de postre de ajo en polvo
pimienta molida negra
80 gr de kikos
2 cucharadas soperas de queso parmesano
1 cucharadita de perejil
1 cucharadita de pimentón
2 yemas de huevo batidas
8 escalopes de pollo
PREPARACIÓN
Lo primero que haremos será precalentar el horno a 175º C
En un plato mezcamos la mantequilla, con el cebollino picado fino, el ajo en polvo y la pimienta negra, mezclamos todo bien, hasta hacer una crema.
Cogemos los kikos y los molemos hasta que queden tipo craker, ni echos polvo pero tampoco que estén enteritos, y mezclamos con el parmesano, el perejil y el pimentón.
Ahora ponemos un par de trozos de nuestra mantequilla especiada encima de los escalopes de pollo.
Y enrollamos.
A continuación pasamos los escalopes por las yemas de huevo y rebozamos con la mezcla de los kikos.
Cuando tengamos hechos todos nuestros filetes, los ponemos en una bandeja de horno con papel sulfurizado y llevamos al horno por espacio de 25 minutos a los 175º que lo teníamos.
Fijaros que la única grasa que lleva este pollo es la mantequilla que lleva dentro.
Y fijaros en la pinta tan "crunk" que tiene el pollo.
Yo quise acompañar el plato con unos canónigos y con un poco de guacamole.
El aguacate me encanta y aparte de hacer guacamole, me gusta comermelo relleno o en ensalada.
Espero que el plato haya sido de vuestro agrado.
Bueno ya llevo 2 días de vacaciones !!! ayss mejor no lo pienso, que si no se me pasarán más rápido.