TARTA DE QUESO

Tenía unas ganas enormes de hacer una tarta de queso, hace tiempo hice una con unas medidas que encontré por internet y fue un completo desastre, entera tuvo que ir a la basura, que pena me dio, pero es que se desplomó entera.

Esta vez la receta me la dio una amiga, y bueno el resultado ha sido el que se puede ver en las fotos, genial, en casa a gustado mucho, de todos modos es que tengo una familia que es muy agradecida y yo me pongo muy feliz cuando les veo disfrutar de mis platos.

INGREDIENTES PARA LA TARTA

Medio litro de nata para montar

1 tarrina de queso para untar 250 gr (yo usé philadelphia)

6 cucharadas de azúcar

1 sobre de cuajada

1 vaso de leche

1 bote de mermelada (al gusto) yo utilizé una de mora

INGREDIENTES PARA LA BASE

150 GR de galletas María

80 gr de mantequilla

1 cucharada de leche

PREPARACIÓN PARA LA BASE

Derretimos la mantequilla en el microondas, y las galletas las trituramos hasta que se conviertan en polvo, o bien con una picadora o con un rodillo metidas dentro de una bolsa, como se prefiera, juntar entonces las galletas con la mantequilla y la cucharada de leche.

Preparar un molde redondo desmontable y poner una capa fina de las galletas apretando bien con una cuchara para que quede compacta y lisa por todos los lados. Dejar en el frigorífico hasta que terminemos con la preparación de la tarta.

PREPARACIÓN

En una olla se pone la nata, el queso y el azúcar y se bate con la batidora, hasta que quede todo bien clarito. Se pone al fuego y se deja a fuego lento.

En el vaso de leche incorporamos el sobre de cuajada y disolvemos bien.

En cuánto el contenido de la olla esté caliente, incorporamos la leche con la cuajada disuelta.

Siempre a fuego lento y removiendo de vez en cuando con varillas, cuando comienze el primer hervor retiramos del fuego e incorporamos a la base de galletas que habíamos guardado en la nevera.

Dejamos por espacio de 1 hora o hora y media en la nevera.

Calentamos la mermelada para deshacer cualquier trozo grande que pueda haber (esto a fuego mínimo) no tiene que hervir ni nada por el estilo, solo ayudar a que se deshaga.

Entonces cubrimos la tarta con la mermelada y dejamos en la nevera hasta que esté todo bien frio y cuajado.

Es hora de desmoldar y de servir, ahh y de disfrutar

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